La economía mexicana habría logrado esquivar una recesión técnica al registrar un crecimiento de 0.2% del Producto Interno Bruto (PIB) durante el primer trimestre de 2025, según la estimación oportuna del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicada este martes. Este resultado representa un cambio respecto al trimestre anterior, cuando el PIB de México se contrajo 0.6%.
Con base en cifras desestacionalizadas, la estimación preliminar señala que en el periodo de enero a marzo la economía presentó un modesto avance, apoyado principalmente por el repunte en las actividades primarias, que crecieron 8.1% a tasa trimestral. Las actividades terciarias se mantuvieron sin cambios, mientras que las actividades secundarias —que incluyen la industria y manufactura— retrocedieron 0.3%.
A tasa anual, el PIB oportuno aumentó 0.6%, impulsado por un crecimiento de 6.0% en el sector primario y de 1.3% en los servicios. En contraste, la producción industrial se contrajo 1.4% frente al mismo trimestre del año anterior.
El dato del Inegi llega después de que el Banco de México (Banxico) advirtiera en su minuta más reciente sobre un debilitamiento generalizado de la actividad económica. En dicho análisis, la Junta de Gobierno reconoció que “la probabilidad de que México esté entrando en una recesión ha aumentado”, luego de que el PIB se contrajera al cierre de 2024 y el consumo interno mostrara su primera caída tras 17 trimestres consecutivos al alza.
Aun así, el crecimiento del primer trimestre, aunque leve, evitaría que se configure el criterio técnico de recesión económica, el cual se define comúnmente como dos trimestres consecutivos de contracción del PIB.
El repunte del sector agropecuario y la estabilidad en los servicios han compensado parcialmente la debilidad industrial. Sin embargo, el contexto sigue siendo incierto. Factores como la menor demanda externa, la caída en la inversión, el enfriamiento del mercado laboral y la amenaza arancelaria por parte de Estados Unidos podrían limitar la recuperación en los próximos meses.
De confirmarse el dato preliminar en su versión definitiva, México mantendría una tendencia de bajo crecimiento económico, con signos persistentes de desaceleración en sectores clave, aunque por ahora habría evitado formalmente una recesión.