La activista falleció de manera imprevista y las causas de su muerte no han sido del todo aclaradas. En sus últimos días de vida llevó a cabo dos rescates en los que se enfrentó a autoridades y a amenazas.
La activista Elena Larrea falleció a los 30 años de edad. Las causas del deceso no han sido confirmadas de manera oficial y han circulado varias versiones. Algunos medios de comunicación informaron que la también modelo habría fallecido en un accidente automovilístico. Sin embargo, esta versión fue descartada por Cuacolandia, organización que dirigía la fallecida, tras informar que su muerte se debió a una trombosis pulmonar.
«Con profundo pesar, informamos de la partida de Elena Larrea, presidenta y fundadora de Cuacolandia, quien, lamentablemente, el día de ayer, martes 19 de marzo de 2024, a las 15.30 horas, falleció debido a una trombosis pulmonar que le ocasionó un coágulo en el pulmón», explicó la organización.
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Sergio Salomón, gobernador de Puebla, lamentó la muerte de la activista y reconoció su labor animalista, que contribuyó a la salvación de miles de equinos que se encontraban en condiciones de maltrato animal. El mandatario estatal informó que los ejemplares que se encontraban refugiados en Cuacolandia serán resguardados por la Secretaría de Medio Ambiente del estado.
Lamento profundamente el deceso de Elena Larrea, una luchadora incansable por la defensa del bienestar animal.
El rescate de miles de equinos en condiciones de maltrato, dejan testimonio de su vida y obra.
A nombre del Gobierno de #Puebla, extendemos nuestro abrazo solidario a… pic.twitter.com/rJhzRPfxlP
— Sergio Salomón (@SergioSalomonC) March 20, 2024
Cuacolandia es un santuario para equinos maltratados que fue fundado en 2017 por Elena Larrea, en Atlixco, Puebla. La activista rescataba animales en condiciones de maltrato severo en todo el país y los trasladaba a su refugio una vez que concluía el proceso de decomiso legal. A través de su portal, la organización recibía donativos desde 150 hasta 750 pesos. Sin embargo, no era suficiente. Una de las formas alternativas de recaudación de Elena era a través de la plataforma Only Fans, donde explicaba que todo lo recaudado en su cuenta, sería destinado a la financiación del santuario.
CONFRONTA A JUEZA
La complicada labor del rescate de equinos requería que Larrea enfrentara al Poder Judicial. Su último rescate fue el de la potranca Mila, que era vilmente maltratada en Coronango. Su caso generó indignación después de que se difundiera en redes sociales una grabación donde se observa a la yegua siendo azotada por su cuidador, quien fue identificado como Liberio «N», en las calles de la localidad. Esa vez, contó con el apoyo del gobernador Sergio Salomón, de veterinarios y de un equipo de abogados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Mila sufrió daño neuronal debido a que fue golpeada en la cabeza y otras partes de su cuerpo. Fue tanta la violencia que recibió yegua que la activista temía que quedara con parálisis. Además del maltrato físico, la potranca tenía que soportar jornadas de trabajo extenuantes, desnutrición y el abuso sexual de su cuidador.
Larrea inició un proceso penal para que el cuidador fuera sancionado. A principios de marzo, la activista realizó una protesta para pedir al Poder Judicial de Puebla que removiera del caso a la jueza Miriam Huerta Lechuga debido a que se negó a dictar prisión preventiva como medida cautelar contra el sujeto agresor y solo le impuso una multa de 3 mil pesos, no salir del estado, no acercarse al animal violentado y acudir a las instancias judiciales a firmar cada semana.
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LOS CHARROS DE HIDALGO
En enero pasado, trascendió otro caso de maltrato a un pony en Francisco I. Madero, Hidalgo. A través de las redes sociales, la activista compartió un video en el que se observó cómo el animal fue golpeado en la mandíbula con tal brutalidad que cayó al suelo. El propietario del equino era Jhano Ricardo Flores, quien en un principio se negó a entregar al pony a la Fiscalía Especial de Maltrato Animal. Ante la negativa, la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJEH) procedería a realizar un cateo. Sin embargo, el propietario finalmente cedió. Durante el incidente, el Jhano se expresó con prepotencia y amenazó a la activista con organizar a un grupo de charros en su contra.