El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, aseguró que a pesar de que las autoridades en varias ocasiones descartaron que la fuente de contaminación del agua en la alcaldía Benito Juárez se concentrara en pozos, no hubo desatención, pues la investigación para identificar la fuente de contaminación les tomó varios días.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, confirmó que el pozo Alfonso XIII, ubicado en la Alcaldía Álvaro Obregón se encuentra contaminado con sustancias tóxicas de la familia de los aceites y ha sido clausurado.
La noche de este martes, elementos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano, resguardaron el pozo donde vecinos indicaron a medios de comunicación que se percibía un fuerte olor.
Este miércoles, Batres indicó que además del cierre del pozo para su saneamiento, también fueron clausuradas dos empresas que podrían estar relacionadas con el incidente, ya que manejan sustancias químicas en la zona.
Petróleos Mexicanos (Pemex) descartó posibles fugas tras verificar que sus ductos no registraban cambios de presión. La revisión de los ductos se llevó a cabo debido a los reportes de vecinos de varias colonias de la alcaldía que señalaban que el agua potable tenía olor a gasolina. Sin embargo, el jefe de Gobierno, indicó que esta versión no está completamente descartada, y que la petrolera continúa realizando pruebas.
El Gobierno de la Ciudad de México informa que fue identificado y cerrado el punto donde se originó la problemática del agua reportada por vecinos del poniente de la alcaldía Benito Juárez.
En el marco de estos hallazgos, fue cerrado un pozo de agua en la Álvaro Obregón, que…
— Martí Batres (@martibatres) April 10, 2024
10 DÍAS PARA DETECTAR LA FUGA
Los vecinos denunciaron esta problemática durante semanas. A pesar de los reportes, las autoridades de la CDMX descartaron en informes preliminares de posibles afectaciones por la presencia de agentes tóxicos en el sistema de suministro conformado por Cutzamala y los pozos de la alcaldía.
El 1 de abril, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) realizó varios levantamientos de muestras en la zona y descartó que hubiera indicios de que el agua de la alcaldía Benito Juárez estuviera contaminada con hidrocarburos. Sin embargo, la situación continuó.
La evaluación de las tomas de muestreo determinó que no existen evidencias de agua contaminada por gasolina ni de algún otro hidrocarburo. Al sitio acudió también personal de @SGIRPC_CDMX y @Bomberos_CDMX.
— Sistema de Aguas de la Ciudad de México (@SacmexCDMX) April 2, 2024
Algunos vecinos denunciaron en redes sociales presentar lesiones y salpullidos en la piel. Este martes, un grupo de afectados de varias colonias se manifestaron sobre la avenida Insurgentes. Las protestas iniciaron un día después de que el jefe de Gobierno descartó la versión de que las fuentes de contaminación estuvieran en el Sistema Cutzamala, o los pozos de donde abastece a la ciudad. Sin embargo, al llegar la noche, el pozo Alfonso XIII, ubicado en la alcaldía Álvaro Obregón, finalmente fue resguardado por militares y se confirmó que era la fuente de la contaminación.
Este miércoles, Batres, acompañado de personal del Sacmex, dieron una conferencia en la que indicaron que el primer reporte tuvo lugar el 31 de marzo, a las 10:30 de la noche, en la zona de Nonoalco. El lunes siguiente dieron seguimiento a esa denuncia y otros más que se acumularon durante la mañana. Se llevaron a cabo levantamientos de muestras y se enviaron pruebas a laboratorio. Brigadas de la Secretaría de Salud de la CDMX y de la Agencia de Protección Sanitaria realizaron recorridos domiciliarios.
El martes 3 de abril se conformó una mesa técnica con varias dependencias, la logística de Pemex y la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Se realizó un mapeo del perímetro afectado a partir de los reportes vecinales, que arrojó que solo la zona norponiente de la alcaldía Benito Juárez resultó afectada.
Según el jefe de Gobierno, entre el 1 y el 9 de abril las autoridades revisaron varias fuentes sin encontrar el origen de la contaminación. Uno a uno se fueron descartando los pozos ubicados en la alcaldía afectada, las cajas de registro, gasolinerías, construcciones y establecimientos. Fue hasta que revisaron en las periferias de la alcaldía que las autoridades identificaron el pozo donde se concentró el contaminante. Este proceso de descarte les habría tomado varios días.
Las autoridades descartaron en varias ocasiones que las fuentes estuvieran en el sistema de suministro. Esto ocasionó que las personas no tomaran acciones para prevenir posibles afectaciones y los casos de salpullidos y lesiones en la piel continuaron presentándose.
Tras el cierre del pozo Alfonso XIII, Batres estimó que los trabajos de saneamiento tendrán una duración aproximada de dos semanas; mientras que Pemex continúa realizando pruebas para descartar posibles fugas de hidrocarburos.