Marcela Alcázar, actriz de 33 años, falleció en la madrugada del 1 de diciembre durante un retiro espiritual en Durango, México, tras ingerir kambó, una sustancia derivada del veneno de una rana amazónica. La actriz comenzó a presentar vómitos y diarrea severa después de participar en un ritual y, aunque fue trasladada de emergencia a un hospital, no logró sobrevivir. La Fiscalía de Durango ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos y dar con el responsable, quien habría huido tras el incidente.
Marcela Alcázar Rodríguez, actriz de 33 años, murió la madrugada del 1 de diciembre durante un retiro espiritual en el centro Mayocoyani, ubicado en Durango, México. La joven participaba en una ceremonia en la que consumió kambó, una sustancia tradicional derivada del veneno de la rana amazónica Phyllomedusa bicolor, utilizada en rituales con fines terapéuticos.
De acuerdo con los primeros reportes, Marcela comenzó a experimentar vómitos y diarrea severa poco después de ingerir la sustancia. Aunque fue trasladada de emergencia a un hospital de la Cruz Roja, los médicos no lograron salvarle la vida.
La Fiscalía General del Estado de Durango inició una investigación para esclarecer los hechos y busca al supuesto chamán identificado como Jonathan Fernando Durán Moreno, quien presuntamente huyó del lugar tras el incidente.
Amigos y familiares de la actriz confirmaron que Marcela participaba en el retiro espiritual como parte de un diplomado de Formación de Sanador, cuyo objetivo era «purificar el alma». Según algunos testimonios, cuando la actriz presentó los primeros síntomas solicitó atención médica, pero los encargados del ritual habrían impedido su traslado inmediato. Una amiga cercana logró llevarla al hospital, aunque fue demasiado tarde.
La noticia fue anunciada por la casa productora Mapache Films, con la que Marcela colaboraba, a través de sus redes sociales:
“Con profundo pesar, hoy despedimos a nuestra compañera y amiga Marcela Alcázar, deseando también pronta resignación para sus familiares y amigos más cercanos. DEP”.
Expertos como Luis Manuel Naranjo, presidente del Colegio de Psicólogos de México, explicaron que los efectos secundarios del kambó, como vómito y diarrea, son considerados parte del proceso de «purga» en estos rituales. Sin embargo, subrayó que los riesgos asociados al uso de esta sustancia pueden ser severos y, en algunos casos, mortales.
El kambó, que es ilegal en algunos países, se utiliza tradicionalmente para eliminar toxinas del cuerpo y tratar problemas como adicciones, depresión o enfermedades autoinmunes. No obstante, su aplicación sin supervisión médica puede derivar en complicaciones graves.