El cuerpo del Papa, expuesto en un féretro abierto, fue trasladado en procesión desde la capilla de Santa Marta, escoltado por la Guardia Suiza, hasta el Altar de la Confesión. Ahí permanecerá para que miles de personas puedan pasar unos segundos frente a él, santiguarse, inclinarse o simplemente guardar silencio.
Desde antes del amanecer, los fieles se congregaron en los alrededores del Vaticano para presenciar el recorrido. La procesión cruzó la plaza de Santa Marta, avanzó por la de los Protomártires Romanos y atravesó el Arco de las Campanas, hasta llegar a la puerta central de la basílica, donde fue recibida con un prolongado aplauso.
A las 09:00 horas, el cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrell, ofició la breve ceremonia inicial y asperjó el féretro con agua bendita. En su oración destacó el papel de Francisco como obispo de Roma y apóstol de la Iglesia universal.
Pasadas las 11:00 (hora local), se abrieron las puertas para los visitantes. La afluencia masiva obligó a que el tránsito de personas fuera constante, aunque breve: apenas unos segundos para quienes lograban acercarse al cuerpo del pontífice. Muchos buscaban espacios laterales o zonas menos concurridas para rezar o despedirse con calma.
La gran asistencia llevó al Vaticano a considerar una ampliación de horarios. Por el momento, se ha decidido mantener abierta la basílica hasta la medianoche de este miércoles, reabrir el jueves desde las 07:00 y mantener el acceso hasta el viernes a las 19:00.
Mientras tanto, el gobierno italiano ha desplegado un operativo de seguridad sin precedentes ante el funeral del sábado, que reunirá a más de 200,000 personas y a líderes de unos 170 países. En total, se movilizarán 4,000 policías y se impondrá una restricción aérea sobre Roma.
Se ha confirmado la asistencia de figuras como Donald Trump, Volodímir Zelenski, Emmanuel Macron, Keir Starmer, el príncipe Guillermo y los reyes Felipe VI y Letizia, entre otros.
En paralelo, el Dicasterio para la Evangelización emitió nuevas disposiciones para los peregrinos que deseen participar en la peregrinación jubilar y cruzar la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro entre el 23 y el 25 de abril, en el contexto del Jubileo y el fallecimiento de Francisco.
Por razones de seguridad, se modificó el acceso tradicional. El 25 de abril, la Puerta Santa estará abierta de 07:00 a 19:00, pero el sábado 26 y el domingo 27 permanecerá cerrada por la mañana. El acceso se retomará en ambos días a partir de las 15:00 horas.
Además, se informó que la Puerta Santa de Santa María la Mayor cerrará todo el sábado 26, aunque los peregrinos podrán acudir a las de San Pablo Extramuros y San Juan de Letrán, que seguirán abiertas sin necesidad de reserva.
A pesar de las restricciones, el Vaticano ha garantizado que todos los fieles que deseen cumplir con su peregrinación espiritual podrán hacerlo en cualquiera de las basílicas habilitadas. La despedida de Francisco se extiende así no sólo en tiempo, sino también en fe y en geografía.
Con información de EFE y Vatican News.