El desbordamiento del Río Verde en Naucalpan dejó viviendas inundadas con agua espumosa y contaminada, mientras la Conagua admitió por primera vez la existencia de descargas contaminantes en el cauce. Aunque previamente negó que la presa Los Cuartos se hubiera desbordado, ahora las autoridades realizan labores de limpieza, monitoreo de la calidad del agua y atención a las familias afectadas.
Tras la inundación de viviendas provocada por el desbordamiento del Río Verde el pasado domingo, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) admitió que se detectaron descargas contaminantes en el cauce que atraviesa el municipio de Naucalpan. Aunque previamente la dependencia había negado que el evento se tratara de un desbordamiento de la presa Los Cuartos, ahora ha desplegado brigadas para monitorear la calidad del agua y atender directamente a las familias afectadas.
El evento dejó calles y viviendas cubiertas de agua espumosa y turbia, lo que generó alarma entre vecinos y abrió la posibilidad de una emergencia sanitaria, dado que muchas personas —incluidos menores de edad— estuvieron expuestas a los líquidos. La espuma blanca que flotaba sobre el agua en varias colonias fue atribuida inicialmente por Conagua a la “velocidad del caudal extraordinario”, sin embargo, el nuevo comunicado reconoce la existencia de fuentes de contaminación en el río, que ahora están siendo localizadas.
Acciones tras las afectaciones
Conagua informó que, en coordinación con el Gobierno del Estado de México y el ayuntamiento de Naucalpan, se ha realizado:
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Limpieza de casas, calles y cisternas en las zonas afectadas.
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Censos de daños para identificar los domicilios impactados y proporcionar apoyo.
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Eliminación de la espuma visible durante la noche del mismo domingo.
Las autoridades aseguraron que gracias a las maniobras hidráulicas realizadas desde febrero, como el retiro de un tapón de basura en la obra de toma de la presa Los Cuartos y la extracción de más de 700 toneladas de residuos, se evitó una afectación aún mayor. También se implementaron bordos de protección en el Río Verde y se incrementó su capacidad de conducción a través de tareas de desazolve.
A pesar de los esfuerzos recientes, persiste una incongruencia clave en la narrativa institucional. El gobierno municipal de Naucalpan, encabezado por el alcalde Isaac Montoya, reconoció públicamente el domingo por la tarde que el Río Verde se desbordó a la altura del puente vehicular de Altamira, derivado de las lluvias intensas y del desfogue de la presa. Por su parte, Conagua negó que hubiera habido un desbordamiento, señalando que las afectaciones fueron causadas por la lluvia y maniobras controladas.
Esa postura fue desmentida en los hechos, ya que vecinos y autoridades locales documentaron con imágenes y testimonios la inundación de viviendas, así como la presencia de agua espumosa y contaminada que ingresó a sus hogares.
Hasta el momento, ninguna dependencia ha emitido información técnica sobre los riesgos sanitarios derivados del contacto con el agua contaminada.