El investigador Víctor Manuel Torres Puente, del ICAyCC de la UNAM, advirtió que las lluvias en México podrían prolongarse hasta febrero de 2026 debido a una combinación poco común de fenómenos oceánicos, similares a los registrados en 2009.
Las lluvias que han caracterizado gran parte de 2025 podrían continuar hasta febrero de 2026, de acuerdo con Víctor Manuel Torres Puente, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM. El especialista explicó en una entrevista para la Gaceta universitaria que esta estimación no surge de un modelo numérico, sino de una analogía con lo ocurrido en 2009, cuando las condiciones oceánicas fueron muy similares y las precipitaciones persistieron hasta el invierno siguiente.
“Las señales actuales son casi idénticas: el Pacífico está en una fase negativa de la Oscilación Decadal y el Atlántico en una fase positiva. Esto genera un calentamiento anómalo en ambas regiones que favorece lluvias prolongadas”, indicó Torres.
El temporal de lluvias ha causado afectaciones en Hidalgo, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí y Veracruz, con un saldo de 78 personas fallecidas y 23 no localizadas, al corte de 22 de octubre. La crisis ha requerido la movilización de 1582 soldados a las zonas de desastre.
El doctor en Ciencias de la Atmósfera por la Universidad Estatal de Nueva York en Albany detalló que, en 2009, la oscilación decadal del Pacífico (PDO) se encontraba en fase negativa y la multidecadal del Atlántico (AMO) en positiva, lo que provocó un incremento notable en la acumulación de agua en presas del noroeste y en el sistema Cutzamala.
“En 2009 tuvimos una situación muy parecida a la actual: con fenómenos oceánicos similares. La oscilación decadal del Pacífico (PDO) estaba en fase negativa y la oscilación multidecadal del Atlántico (AMO) en positiva. Además, en esos años las presas del noroeste y el sistema Cutzamala alcanzaron niveles máximos de llenado. Hoy los índices climáticos y las condiciones oceánicas y atmosféricas son casi idénticas”, puntualizó .
Torres precisó que un índice negativo de la PDO implica un calentamiento anómalo de la superficie del mar frente a la costa mexicana del Pacífico, mientras que un índice positivo de la AMO significa un calentamiento similar en el Atlántico, con efectos que también alcanzan al Pacífico mexicano.
Con base en estas similitudes, el investigador estimó una probabilidad de 80 % de que las precipitaciones continúen hasta finales del invierno, especialmente en el sureste del país.
El especialista agregó que la actual abundancia de lluvias responde a una coincidencia poco común entre las fases de la PDO y la AMO, fenómeno que intensifica la formación de ciclones tropicales en el Pacífico mexicano. Según el experto, estamos ante una combinación rara que ocurre cada 15 a 30 años, aunque el calentamiento atmosférico podría acortar esos intervalos.
Torres sostuvo que, durante la presente temporada de ciclones, cerca del 98 % de la actividad se concentró en el Pacífico, mientras que en el Atlántico, el Caribe y el Golfo de México apenas se desarrollaron depresiones tropicales.
Finalmente, advirtió que la evolución de las lluvias dependerá de la interacción entre los frentes fríos provenientes del norte y la humedad del Pacífico. “Si esa interacción se mantiene activa durante los próximos meses, las lluvias podrían prolongarse más allá de lo habitual”, dijo.
