Un perro Kangal desaparecido durante dos días en Erzurum, Turquía, fue encontrado protegiendo a una oveja que estaba dando a luz en plena meseta. El valiente can, llamado Kral, cuidó a la madre y sus crías sin comer ni beber, demostrando el increíble instinto protector de esta raza turca. Esta conmovedora historia ha capturado la atención por la lealtad y valentía de los perros pastor Kangal, conocidos por su capacidad para proteger a los rebaños en las duras condiciones del campo.
En mayo de 2024, una conmovedora historia de lealtad y valentía protagonizada por un perro pastor de raza Kangal, llamado Kral, capturó la atención de los medios en Turquía. En el distrito de Karayazı, provincia de Erzurum, Kral desapareció durante dos días junto con una oveja del rebaño que cuidaba. Su dueño, Azat Miroğlu, tras intensas búsquedas, finalmente los encontró en la meseta de Sünnet, en un emotivo escenario que demuestra la lealtad inquebrantable de este perro.
Todo comenzó cuando Miroğlu, encargado de pastorear un rebaño de 2.000 ovejas, notó que faltaba una durante el recuento. Con el paso de las horas, también se dio cuenta de que su fiel compañero Kral, un Kangal conocido por su increíble instinto de protección, tampoco estaba junto al resto del rebaño. La preocupación lo invadió, y comenzó a buscar tanto a la oveja como a Kral por los alrededores, pero no obtuvo resultados inmediatos.
Dos días después, mientras vigilaba las ovejas en la meseta, Miroğlu vio un movimiento entre la vegetación. Al acercarse, encontró a la oveja perdida, que había comenzado a dar a luz, rodeada por sus crías recién nacidas. A su lado, fiel y alerta, estaba Kral, quien había permanecido sin moverse, sin comer ni beber, protegiendo a la oveja y a sus corderos recién nacidos de cualquier posible peligro.
Visiblemente emocionado, Miroğlu registró el reencuentro con su teléfono móvil, diciendo: “Encontré a mi perro Kangal y a mi oveja que habían estado desaparecidos durante dos días. Mi oveja dio a luz y mi perro ha estado esperando con hambre y sed durante todo este tiempo, cuidándolos”. La escena no solo mostró la capacidad protectora de Kral, sino también el profundo vínculo entre los perros de esta raza y los animales a los que cuidan.
Ferit Kaya, el dueño del rebaño, también quedó impresionado por la lealtad de Kral y decidió recompensarlo con un festín de carne, reconociendo su dedicación para proteger al rebaño en condiciones tan adversas.
Esta historia se suma a las muchas leyendas sobre la raza Kangal, conocidos por su fuerza, lealtad y capacidad para proteger a los animales de los depredadores. Sin duda, Kral demostró ser un verdadero héroe en las tierras montañosas de Erzurum, recordándonos el invaluable papel de estos nobles perros en la vida rural.
