Vadim Yusov, el fotógrafo que trabajó con Tarkovsky en sus obras más célebres

Vadim Yusov, el fotógrafo que trabajó con Tarkovsky en sus obras más célebres

Al hablar sobre la aportación de Yusov al cine soviético, se tiene que señalar su talento para introducir nuevas narrativas visuales al cine, su manejo impecable de la composición y de la iluminación.

Sin el director de fotografía Vadim Ivanovich Yusov, el legado de Andrei Tarkovsky no hubiera sido el mismo. Sin embargo, como sucede con la mayoría de los directores de fotografía, se les suele otorgar  menos reconocimiento del que merecen.

Las cuatro películas que realizaron juntos Tarkovsky y Yusov se consolidaron entre las más representativas de los estudios Mosfilm, encargados de realizar la producción cinematográfica durante el periodo de la ex Unión Soviética (URSS).

«La aplanadora y el violín» (1960) , «La infancia de Iván» (1962), «Andrei Rublev» (1966) y «Solaris» (1972), fueron realizadas en un periodo de poco más de una década, en ocasiones con presupuestos reducidos y con restricciones para su distribución debido a los controles que la URSS tenía sobre las producciones culturales, restricciones que terminarían por orillar a Tarkovsky a exiliarse.

Andrei Tarkovsky  mostrando fotografías de las locaciones de «Andrei Rublev» Foto:  Especial 

INICIOS EN LA MOSCÚ SOVIÉTICA

Vadim Yusov, nació el 20 de abril de 1929 en Klavdino, una población de Leningrado durante el periodo de la URSS. De acuerdo con información disponible, antes de desempeñarse como director de fotografía, Yusov se mudó a Moscú donde trabajó un tiempo en una metalúrgica.

Pero al cabo de unos años, cambió de profesión y se dedicó a estudiar cine, tras concluir su educación, obtuvo un cargo técnico en los estudios Mosfilm y después fue director de fotografía.

Al hablar sobre la aportación de Yusov al cine soviético, se tiene que señalar su talento para introducir nuevas narrativas visuales al cine, su manejo impecable de la composición y de la iluminación.

Foto: Tarkovsky/Mosfilm

En 1992, durante una entrevista que se le realizó a Yusov en Japón, el operador describió cómo Tarkovsky lo buscó cuando él ya llevaba algunos años trabajando como director de fotografía para que lo ayudara a realizar su filme de graduación. El fotógrafo admitió en aquella charla, que a pesar de llevar años trabajando en el cine, no había conocido hasta ese momento a nadie como Tarkovsky.

«No recuerdo exactamente cómo (Tarkovsky ) se puso en contacto conmigo, pero cuando lo vi por primera vez, me llamó la atención en primer lugar su rostro. Vino con Andron Konchalovsky y estaba extremadamente tenso, parecía ser una persona muy sensible y nerviosa. Estaba bien vestido, incluso elegantemente vestido, con un corte de pelo corto y prolijo. Supuse que debía tener un buen peluquero. Parecía un hombre que tenía en cuenta las tendencias de la moda moderna. Inmediatamente fue evidente que tenía excelentes modales y buenos modales. No me perdí al tratar con personas mayores que yo».

 PLANOS SECUENCIA PERFECCIONISTAS

Yusov trabajó en sus películas con planos secuencia que destacan por un ritmo compositivo que tenía una precisión casi matemática, con un elevado sentido de narrativa visual que en filmes como «Andrei Rublev» se aleja de la espectacularidad de Hollywood y se aproxima más al documental, al aprovechar luces naturales o introducir pequeñas fuentes de luz como iluminación principal en sus escenas.

El propio Rublev mencionó en la entrevista que se le realizó en 1992 como en esta película Tarkovsky le llevó al límite de las posibilidades técnicas y aunque explica que no propusieran nuevas técnicas cinematográficas, este filme sí logró generar nuevas narrativas visuales.

«Pero Tarkovsky a menudo no entendía ciertas limitaciones técnicas, y este tipo de ignorancia le dio valor. Creyó que todo es factible, expresó las ideas más atrevidas. Podía inventar cualquier cosa; en este sentido, sentía absoluta libertad.

«Se nos ocurrieron escenas, imágenes, visiones, filmadas como nos parecían. No se inventaron intencionalmente nuevas técnicas de filmación, pero a menudo encontramos formas inesperadas de expresar significados e imágenes», explicó Yusov.

LA NARRATIVA VISUAL EN «ANDREI RUBLEV»

Rodada en formato anamórfico (2:35), «Andrei Rublev»es una película biográfica que cuenta la historia del pintor de íconos medieval desde una visión introspectiva, en la que se exaltan los argumentos filosóficos del protagonista y los cuestionamientos que le surgen sobre sus creencias religiosas.

El filme está situado en el siglo XV y fue rodado en los mismos lugares donde vivió Rublev. Los parajes rurales son el principal recurso de Yusov para captar escenas con un realismo extraordinario. Cuadro a cuadro explota el formato anamórfico y las composiciones en tercios.

Al inicio del filme, Tarkovsky introduce la historia con una escena que no se conecta con los personajes de manera directa sino metafórica. Un sujeto sobrevuela por accidente en un globo, en el que escena tras escena, se muestra la capacidad del fotógrafo para explotar el preciosismo del paisaje.

Diversos expertos señalan que Tarkovisky habría recurrido a esta escena, al igual que en el inicio de «La Infancia de Iván», donde la subida y bajada abrupta de la cámara indican el apego de lo humano con el aspecto terrenal.

Yusov también empleó en este filme tomas realizadas con grúas a través de las que realizó escenas que inician en planos cenitales y que terminan en detalle, en los que no pierden en ningún momento el sentido de la composición. Una de estas escenas es el momento en el que se inaugura la campana colosal que se colocará en un templo y que fue forjada por un adolescente.

TRABAJO EN EQUIPO

Aunque el trabajo en equipo entre Tarkovsky y Yusov fue un éxito en la mayoría de los casos, hubo momentos de crispación entre ellos. De acuerdo con fuentes biográficas, tras el rodaje de «Solaris», las fricciones entre ambos fueron tales que Tarkovsky señaló en su diario que «el rodaje de Solaris ha sido un infierno. Yusov y yo estamos discutiendo constantemente».

A raíz de esta película, Yusov se negó a rodar el siguiente proyecto del cineasta, «The Mirror» (1975).

El estilo del cine Tarkovsky se relacionó a menudo con el surrealismo socialista, aunque para Yusov no era un término apropiado para los filmes que produjo junto al cineasta soviético. Yusov lo explicó como la influencia del exterior que tuvieron ambos cineastas al momento de realizar los filmes, entre ellos mencionó la obra del escritor Franz Kafka y el cine de Akira Kurosawa.

«El término «surrealismo socialista» en relación con esta imagen no es del todo apropiado. Durante este período, aparecieron muchas películas experimentales, incluidas películas comerciales. Cuando estábamos filmando a Andrei Rublev, la película más importante para nosotros fue Seven Samurai de Kurosawa. Tarkovsky consideró este trabajo excepcional. En «Andrei Rublev» se esconden muchas citas, referencias al cuadro de Kurosawa. Andrey siempre hizo listas de directores cuyo trabajo admiraba», explicó Yusov.

 

Yusov falleció el 23 de agosto del 2013.