Un juez federal en Estados Unidos determinó que Google mantiene un monopolio ilegal en dos sectores clave del mercado de publicidad digital, al utilizar su dominio en herramientas publicitarias para consolidar su poder en el ecosistema de anuncios en línea.
Un juez federal en Estados Unidos determinó este jueves que Google mantiene un monopolio ilegal en dos sectores del mercado de publicidad digital, lo que representa un nuevo revés legal para la gigante tecnológica valorada en más de un billón de dólares.
La jueza Leonie Brinkema, del Distrito Este de Virginia, concluyó que Google violó la ley antimonopolio estadounidense al “adquirir y mantener deliberadamente poder monopólico” en partes clave del ecosistema publicitario en línea. Según la resolución, Google incurrió en prácticas ilegales al vincular su negocio de servidores de anuncios, que utilizan los editores web para gestionar la venta de espacios publicitarios, con su intercambio de anuncios, que subasta dichos espacios.
«Los demandantes han demostrado que Google ha participado deliberadamente en una serie de actos anticompetitivos para adquirir y mantener un poder monopolístico en los mercados de servidores de anuncios para editores e intercambios de anuncios para la publicidad gráfica en la web abierta», señala el fallo de la jueza.
La demanda fue presentada en 2023 por el Departamento de Justicia (DOJ) y 17 fiscales estatales, quienes acusaron a Google de aprovechar su control sobre herramientas de publicación y servicios clave para asegurar un monopolio ilegal en el mercado publicitario digital de casi 300 mil millones de dólares en Estados Unidos.
La jueza Brinkema desestimó parte de la demanda al considerar que el DOJ y los estados no lograron demostrar que Google mantuviera un monopolio en las redes publicitarias, plataformas que conectan a los anunciantes con sitios web que ofrecen espacios para publicidad.
El próximo lunes, el juez Mehta evaluará la solicitud del DOJ para dividir el negocio de búsqueda de Google, mientras que legisladores republicanos en el Congreso han expresado críticas por un supuesto sesgo de la plataforma contra el conservadurismo.
El caso ahora pasará a una fase de sanciones, donde ambas partes presentarán argumentos sobre las medidas y penalidades que debe enfrentar Google. El DOJ busca una separación estructural del negocio publicitario de Google para desmantelar su supuesto monopolio.
Una decisión que obligue a dividir los negocios de publicidad digital y búsqueda de Google marcaría un punto de inflexión en la regulación tecnológica de EE. UU. Muchas de las adquisiciones que hoy están bajo escrutinio fueron aprobadas por reguladores antimonopolio desde 2008. De forma similar, la FTC investigó sin éxito el negocio de búsqueda de Google hace más de una década.
